Podrán decirte de un libro que es malo, o que es bueno, pero, no tendrás certeza de lo uno ni lo otro hasta que no lo constates tú mismo. ¡Léelo y decide!
Un Hacedor de Escritos
Etiquetas
¡LÉELO Y DECIDE!
Podrán decirte de un libro que es malo, o que es bueno, pero, no tendrás certeza de lo uno ni lo otro hasta que no lo constates tú mismo. ¡Léelo y decide!
NO GUARDARSE NADA
Nadie me persigue
y sin embargo sigo corriendo
ya es cuando para detenerme
ya cuestioné demasiado
creo que necesito un
descanso
mental más que físico
pero es que el tanto
pensar
de la cabeza hacia abajo
pasando por la espalda
nos agota hasta los pies
de la cabeza hacia arriba
observar conservar
continuar con calma
acariciar el alba
abrazar el mediodía
saborear el atardecer
regocijarse desde ya
hasta más tarde
no guardarse
de la lluvia de la bruma
de la magia de la
aventura
no guardarse
nada en los bolsillos
nada en el corazón
nada del otro
sino es para bien de los
dos
no guardarse nada
de lo que puedas dar
la sonrisa al saludar
la palabra que pueda
ayudar
el sustantivo amor
el verbo amar
el adjetivo demasiado
no guardarse nada
de lo que puedas
compartir
guardarse sí
de no ser útil
de herir de maldecir
no guardarse
la bondad
guardarse sí
de no hacer nada
por ti y por alguien más.
BELLASMÁGICAVILLOSAS FORMAS
Todo aquello y sin mencionar el día que se nos muestra a través de la ventana. Aquí sería maravilloso poner una fotografía, pero ¿y dónde queda aquello de dibujar, retratar con palabras?
... ese estupendo sol tenue que nos brinda un calorcito del que no nos queremos despegar, el cielo cual hoja con viñetas para descubrir en ellas los dulces antojos de nuestra imaginación: elefantes, flores, dinosaurios, algún corazón; voy a mirar y en un momento cuento que más.
... un fantasmita con copete, sonriente él; una familia de tortugas caminando en fila y cual familia de pollitos, mamá tortuga adelante; una mariposa, un mueble, una carta, ojos, narices, sonrisas, pelotas, carritos de juguete, casas, castillos, pocillos; por supuesto, gatitos y perritos, el mismo sol, pero en facsímil y otros tantos y tan maravillosos dibujos que se van borrando y rehaciendo; ¿quién será el artista? Tal vez nosotros, creo que somos nosotros mismos, nosotros solitos y sin ayuda, los que dibujamos trazando bellasmágicavillosas formas con nuestros ojos. ¡Vaya talento!, ¡y quién decía que no sabía dibujar! Mira una vez más o las que quieras, que al fin algo que no tiene precio y sí demasiado valor, como sea; mira una vez más o las veces que quieras, que por eso no hay que pagar, míralo como un regalo de ti para ti. Ahora comparte. Tienes, además de lo anterior, la libertad de contar. ¿Qué otras cosas dibujaste?
¿Qué más has dibujado en el cielo antes o recientemente?
¡Cuéntanos allí en los comentarios!
UN MEJOR MAÑANA
¡Claro!, nadie imaginaba que sería este día, pero...
Un mejor mañana por fin
era hoy.
Amaneció más temprano.
La mona causó la mejor
impresión con su seda.
No hubo beso de Judas
y se escuchó la música
del río,
pero sin arrastrar de
piedras.
Las buenas noticias
no se hicieron esperar,
aunque estaba larga la
fila.
Las contrariedades
se hicieron esperar
aunque no había fila.
De rosa se pintaron
desaires, tristezas,
soledades, existencias.
Existencias de vajillas
se agotaron
en tiendas y almacenes y
supermercados,
pues sin mayor reparo
que las risa propia y
ajena.
todos se dispusieron a
romper un plato
o dos.
La esperanza decidió que
la llamaran certeza
y entonces por fin
la realidad fue más bella
que el más bello sueño
y más intensa.
Y fue ganar por fin
la lotería sin comprarla.
Un mejor mañana por fin
era hoy
y con él, la mejor
mañana.
Perros y gatos fueron
mejores amigos.
Y ya nadie se peleó como
perros y gatos
porque el odio y la
enemistad terminaron
enamoraros
y se tornó
su amor
aleccionador
metamórfico
sin
vuelta atrás.
La estrechez de
generosidad cedió.
El perdón con olvido se dio.
La lastimera
angustia se
dio a la fuga.
El irrefrenable
tiempo se
dio a la espera
y se quedó por ahí
quietecito, sin prisa,
solamente contemplando, solo descansando
en el arrullo de la música de la risa.
Y de todos modos
baile y canto al acomodo
de todos
de todos modos.
Un mejor mañana por fin
era hoy
y con él la mejor mañana.
Se renunciaron a tontos
prejuicios
se superaron temores
se vieron a los ojos los
indiferentes
y entonces...
Tímidos amores quiméricos
se tornaron valientes
y se encontraron
a la mitad de una
naranja.
Amores inconfesos
salieron del anonimato
y se encontraron
a la mitad del camino,
a la mitad del suspiro,
a la mitad del abismo
y regresaron juntos.
Ninguno quería despedirse
porque ninguno quería
irse
y todos coincidieron en
que
lo que todos habían
anhelado
se había hecho visible
palpable
probable
digerible...
Nadie quería evitar a
nadie,
ni evitarse a sí mismo
y para embriagarse no
hizo falta licor
con la alegría de esta
mañana bastó.
Y de todos modos
baile y canto al acomodo
de todos
de todos modos.
Un mejor mañana por fin
era hoy
y con él la mejor mañana.
Y ya no se hizo tarde
y para colmo de bondades
ella también lo amaba
se lo dijo esta mañana
hace apenas un rato.
LA PROFESIÓN MÁS PELIGROSA DEL MUNDO
Cuando uno
escucha sobre las profesiones más peligrosas del mundo, entre otras, se
mencionan algunas como: piloto, doble de películas, bombero, domador de fieras,
no, no incluye a algunos esposos, no hoy; otras como minero, ordeñador de
serpientes venenosas, ... ojo hoy no se valen esos chistecitos, pues, las
suegras son primero que todo madres y las hay excepcionales. Pero, bueno, volviendo
a lo de las profesiones más peligrosas, los mineros, claro, también están los
que se suben a los postes a reparar las líneas eléctricas de alta tensión, los
limpiadores de ventanas de edificios etc. Pero aquí dos paréntesis: uno, que para
una madre por sus hijos eso sería como quitarle un pelo a un elefante y el otro,
que todos y cada uno de ellos tienen (aquí o en el cielo) madre.
No
entiendo como a las aseguradoras de riesgos, no se les ha ocurrido un seguro de
vida por ser madre.
Veamos: Reciben
la noticia “usted ha sido seleccionada para...” la más abnegada y peligrosa labor.
En ese mismo instante comienza su inducción de nueve, ocho, siete meses o
incluso menos, pero lo cierto es que, durante ese tiempo, bien podrían
participar en un torneo boxístico, no por la agilidad propiamente, sino por la categoría
de peso pesado; bueno, ya lo sabemos, tienen que comer por dos, tres y se han
dado casos que hasta por siete. Pero volviendo a lo riguroso de su inducción: dolor
de pies, de espalda, de cintura, calambres y no hablo del dolor de cabeza, porque
ese comienza oficialmente con su primer día de trabajo y sigue con ellas hasta
el momento de su jubilación que coincide con el último de sus días, ni uno
antes porque salvo casos excepcionales, que no viene al caso mencionar, nunca renuncian,
ni son despedidas.
Bueno, el primer
día de trabajo, ese primer día del cual ninguna podría negar que es el más doloroso
y peligroso de todos sus días hasta ese momento, es también en el que reciben
su nombramiento oficial cuando poco después de todo ese dolor, de todo ese riesgo,
el milagro, Yo; bueno y todos y cada uno de ustedes también, Así es que si alguno
se resiste a creer en los milagros “no tiene madre”.
Prosigamos,
tras su nombramiento oficial, todos los días están al borde de un colapso:
De pequeños...
¡Está llorando! Ya, ya, ya shshshshshshs, ¡Ay se cayó! Más grandecitos... será
que almorzó, le dolerá algo, ¿cómo me lo tratarán?, ¿cómo me la trataran? ¡Qué no
me le coja la noche!, ¡Dios protégemela!, ¡protégemelo! ¡cuídamelos!; y más
grandesotes: ¡Qué a ese tal por cual ni se le ocurra gritarme o tratarme mal a
la niña!, ¡qué esa tal por cual no se lave el mugre en mi chinito! ... yo sufrí
pariéndolos como para que ahora venga otra, otro ¡*! a ultrajármela, ultrájamelo!
Ahora, en
el ejercicio de su profesión, en sus labores darías de chef, médico, maestra, por
su puesto, contadora de historias, costurera, modista; bueno, aquí otro paréntesis,
en esta parte de sus múltiples oficios sí creo que casi todos si pudiéramos las
habríamos despedido o sino vean como estaban vestidos en las fotografías de las
fechas especiales cuando pequeños; “sí, entendemos que fue con mucho amor, pero
que no vuelvan a salir a la luz, por favor”. Para continuar, en sus labores
cotidianas también son dietistas, prestamistas, psicólogas, concejeras matrimoniales,
abogadas, guardaespaldas y un gran, gran, gran, etc.
En fin, felicitaciones
porque por amor a su oficio, su valor y tenacidad es comparable al de quienes
tienen las profesiones más peligrosas.
¡Se les ama y perdonen lo poquito y lo mal dicho!
¡PROMETO QUE MAÑANA! >:(
“La palabra utopía no debería existir porque no hay
nada imposible”
Juan Andrés a sus 12 o 13 años.
Apuesto
a que en no pocas ocasiones te has preguntado qué serías hoy si hubieses tomado
tal o cual decisión distinta. Sí, muchos pregonan a los cuatro vientos ser
felices con lo que son, pero ¿realmente existe alguien que conozca la plenitud de
una palabra que no puede ser un casi, ni mucho menos algo a medias, porque sencillamente
no sería eso, sino muchas posibles cosas ajenas al consabido concepto que en
nuestros días más grises consideramos utópico.
Pero,
“La palabra utopía no debería existir”
De manera que, como no es la felicidad, sino la utopía la palabra que motiva estas y las siguientes líneas...
Solía decirle a mi hijo que podría hacer
absolutamente todo lo que se propusiera, si quería volar, pues que volara, que
todo estaba al límite de su confianza, de su capacidad de creer; y yo, que
pretendía enseñarle algo, terminé aprendiendo.
Mi hijo, que un día “de cuya fecha no puedo acordarme”, mientras íbamos en bus para donde tampoco recuerdo, me creyó; lo supe al escucharle aquellas palabras que aquí hacen las veces de epígrafe y son, aunque me extravié en el camino, el trasfondo.
“La palabra utopía no debería existir porque no hay nada imposible”
Hoy,
Juan Andrés ya tiene un trabajo y unos objetivos claros, es autónomo y hasta me
da lecciones de finanzas, bueno, eso de finanzas quizás es mucho decir, ya que
por ahora solamente gana medio mínimo, pero de que lo sabe administrar, lo
sabe. No así su padre, que ha perdido la cuenta de muchas cosas y el interés de
otras tantas. Pero eso sí, si algo no ha perdido, no del todo por lo menos, es
su capacidad de sorprenderse, y esto gracias a que del todo no ha dejado morir su
niño interior y continuamente le da tanta libertad que termina actuando como lo
haría él, y eso no estaría mal, no del todo, si no fuese porque lo hace en las
situaciones menos indicadas, como, por ejemplo, cuando pasa todo un día de un
lado para otro haciendo saltar una pelota o como, cuando por las calles recoge
una piedrecita y la conduce por las paredes de las casas cual carrito. Sí claro,
incluyendo el rum, rum, rum, ruuuuuuuuuuuuuum... Ya imaginarán las caras de los
que lo ven, pero les aseguro que aquello no es locura, o por lo menos no una locura
insana, es la manifestación de otro niño que tampoco creía en imposibles.
¡Vaya
que me hace quedar mal ese chino verriondo! Yo ya no le pongo mucho cuidado y
menos le llamo la atención, lo dejo ser y ya.
La
verdad es que eso quisiera, pero no es tan así, no del todo. Sí le permito
ciertas licencias como jugar con su amigo imaginario, leer cuentos y poemas que
no siempre son para él, también ver los dibujos animados y comer golosinas y,
sin embargo, las más de las veces lo asfixio, dejo que se atragante con sus
pensamientos y buenas ideas, porque irónicamente, como muchas veces hacemos con
nuestros propios hijos, consideramos más importante otras cosas, pues, “son por
su bien”, pero que bien les hace que nos pasemos la vida haciendo esas cosas y
asegurándoles que pronto tendremos el tiempo para escucharlos y jugar con
ellos, hasta que miramos atrás y notamos con cruel desolación que debimos
haberlo pensado mejor y dedicarles esos momentos que ni Wells con su máquina
nos haría posible recuperar.
Empero,
no podemos olvidar que la palabra utopía no debería existir, porque si la convicción
me lo permite podré volar “hasta el infinito y más allá” ¡no!, tampoco, por ahí
hasta dónde están mis hijos para que enseñen a su padre a no ser como
el cura del dicho que de seguro alguna vez soñó algo distinto
para sí. Falta ver si su niño le aprueba la decisión que lo tiene ahora instruyendo
a otros en cosas que no es capaz de poner en práctica.
Y
yo que aún creo en las palabras de mi hijo surgidas de algo que trataba de
enseñarle, he olvidado lo que trataba de enseñarle, o más bien he dejado de creer
en ello, bueno, no del todo, es solo un lapsus de días grises.
Pero
bueno, me gustaría saber, aunque seguramente no lo sabré, el verdadero tú que
anhelaba tu niño o niña interior.
Ahora
que, si también tú lo has olvidado, o has dejado de creer en ello por lo que sea
que ahora eres, pregunta al niño o la niña que sigue por allí esperando a que
le permitas asomarse a través de tus ojos, cantar con voz chillona, saltar un
charco, pero con el suficiente atino para caer en la mitad y reír con el rostro
enlodado. No le des más largas, vuelve a
ser astronauta, superhéroe o superheroína; conviértete en Goku o la mujer
maravilla, y luego, sigue permitiéndole a tu peque interior aparecer de cuando
en cuando para que te recuerde que “la palabra utopía no debería existir” y te muestre
el verdadero valor de muchas cosas que sí “valían la pena” y costaban tanto
menos, o para que al menos, el recuerdo nos regrese aquellas palabras en las
cuales sí deberíamos continuar creyendo, como cuando éramos más niños y no con el fervor
con que hoy concebimos ciertos e ineludibles tantos supuestos, en pro de lo que
será mañana, porque, ¿será mañana? No le des más largas.
De
cualquier manera, ya es algo tarde y la semana estuvo agotadora, así que mejor
un rato de esparcimiento. ¿Y el niño? ¡Qué no moleste más por ahora porque
merezco un descansito!
...
¡No, claro que no!, de ningún modo podría habérseme olvidado todo aquello de lo que venía hablando. ¡Prometo que mañana! >:(
LO MÁS IMPORTANTE ES, UNA MUJER
No estoy dispuesto a creer
que se
pueda concebir
LA FELICIDAD
sin una
mujer
si lo
alcanzaron a descubrir
comencé
por mencionar
aquella
que es
la más
perseguida.
Al ver que en sus rostros
aparece LA DUDA
quiero
decirles que
también
ella es una
y guarda
bajo su velo
el
conocimiento
que, por
cierto
es
infructuoso
y puede
llegar a ser
muy
peligroso
si no
tiene una guía
otra
insigne mujer
LA
SABIDURÍA.
¿Importante
es o no LA JUSTICIA?
¡Lo ven!
Lo más
importante
Es una mujer
Y una
mujer es LA FE.
Ahora que ya empiezan a comprender
es momento de agradecer
a una tan
especial
que nos ha
sido concedida
y sin la cual el dialogo no existiría
a ella debo estas líneas:
Gracias amada
dama
preciosa
PALABRA.
Paso a
mencionar enseguida
a aquella
cuya virtud es
jamás ser
sometida
preciada
mujer
a quien
todos
queremos
conquistar
bendita
sea
LA LIBERTAD
Lo más
importante es una mujer
y tanto así es
que por su
encanto
hasta al
sol
cuando
sale más temprano
o retrasa
la hora de ocultarse
es porque
espera encontrase una
Su amada
mujer es LA LUNA
Los más
importante es una mujer
esa es LA
VERDAD
y la
verdad también es una.
Y entre otras, qué es lo más importante sino:
del
carácter LA FIRMEZA
del
corazón LA PUREZA
ESPERANZA siempre
queda
cuando
todo nos deja
bondadosa
mujer es
la madre NATURALEZA.
La VIDA y
la MUERTE
también son
dos mujeres.
Lo más
dulce
es LA MIEL
y es también
una mujer.
Y una
mujer también es
LA POESÍA
LA MÚSICA
y LA
FILOSOFÍA
LA ARMONÍA
LA BELLEZA
LA LLUVIA
y LA
TERNURA
LA PASIÓN
LA ILUSIÓN
y LA
INSPIRACIÓN.
Una ORACIÓN:
Gracias,
Dios
¡Qué gran
idea
se te
ocurrió!
LO MÁS
IMPORTANTE ES UNA MUJER
y tengo
unas cuantas razones más para demostrarlo:
Mi abuela en la cercanía de su despedida, mi madre, ahora pensando en si tendré hambre, mi hermana, apoyo y cómplice, la madre de mis hijos, sin duda una mujer admirable, mis primas, la dulzura, mi cuñada, otra hermana, mis sobrinas, ternuritas y si parece que se me acaba la lista, es solo porque LA MEMORIA que también es una mujer, se olvida de muchas de las cosas importantes que debe recordarme, pero pese a eso, también a ella la quiero.