¡Hermanitos y hermanitas!, les
llamo de esa manera porque considero somos hijos de un mismo Dios. Si no eres
creyente; habrás de entender que somos parte de un mismo universo, habitantes
de una misma tierra; seres de una misma especie, adeptos a una misma cultura; en fin, entre otras tantas concordancias, eso nos hace hermanitos y hermanitas.
Una vez justificado; paso a revelarles
la primera (que no por ser la primera es la más importante), de un buen número de
reflexiones, en las que me he visto inmerso durante esa parte de mi historia
que ha girado en torno al hip hop.
El rap no está hecho para ser
oído, sí para ser escuchado; oír es percibir, escuchar es abrir los ojos de la
mente y las puertas del corazón para recibir, interpretar y reflexionar sobre el
mensaje que se nos trasmite. Así es que la próxima vez que te pongas los
audífonos ¡escucha! Cuando estés en clase ¡escucha! Cuando te aconsejen tus
padres ¡escucha! Cuando te hable el corazón ¡escucha! y no dejes de escuchar tu
vos y la mía, mientras lees lo que he de decirte a continuación.
“Tu simplemente vive, tu simplemente escribe, decide en tiempo record y olvida el rencor y recuerda lo que el viejo dijo:
En lo que sea, pero el mejor”
Nach Scratch
También expresado en una
canción del afamado artista Diomedes Díaz (quien fuera gran exponente de esa
parte invaluable de nuestro folclor y riqueza cultural, que es de la música
vallenata), es esencial reparo, al momento de definir lo que queremos ser en la
vida.
Quizás algunos de ustedes
quieran ser hip hopper´s; deben entender lo que eso significa. En términos
generales es cultura, pero; una cultura instituida a partir de preceptos
ideológicos y cimentada en el amor, la abnegación y el rechazo a la injusticia
y la inequidad. Alguno habrá pensado en ser médico, piloto, futbolista, modelo,
actor, en fin; sé lo que quieras ser, pero sé de los buenos y entre los buenos,
lucha siempre por ser el mejor. Los pésimos en cualquier profesión, causan
mucho más daño que el bien que pudieran hacer, además; desvirtúan el empeño y
esfuerzo de aquellos quienes realmente se entregan con alma y corazón a su
oficio.
“El que camina mucho y lee mucho,
conoce mucho y sabe mucho”.
Miguel de Cervantes
Entre tantas de las maravillosas
expresiones que el famoso manco de Lepanto nos legara; estas palabras han
motivado mi ansia de conocimiento y conducido muchas de mis acciones. Caminar mucho
se puede asumir literalmente, entre otras porque aporta grandes beneficios a la
salud física y mental, pero también se puede pensar como la importancia de
aprender diferentes oficios; lo cual, sin duda alguna cobrará valor en el
momento menos esperado, o el más vago. Por otra parte; no importa si escoges el
deporte, el modelaje, el arte, un trabajo de escritorio o uno un tanto más
peligroso; leer es el complemento perfecto y el mayor garante para llegar a ser
el mejor.
No es que la ropa nos quede grande, es que somos grandes, pero no lo nota nadie.
La
bata no hace al médico, ni el portafolio al abogado; el escritorio de la
oficina principal del palacio de Nariño no hace al presidente, ni el uniforme
hace al soldado. La ropa tampoco hace al rapero, mas es parte de nuestra
identidad y por sobre todo es expresión y un homenaje a la libertad (dejo a
ustedes que investiguen el porqué), no a la libertad de expresión que, aunque hoy
día tiene bastante que ver con la manera de vestir; es tema de otro momento. Por
ahora les digo que: Si visten como raperos
y el pantalón se le va a caer, no lo sostengan con la correa o con una cabuya,
sosténgalo con argumentos.
Bueno y los argumentos, ¿Cómo para qué?
En primer lugar, para que
cuando le pregunten por qué viste de esa manera, escucha esa música y anda con
ese tipo de personas; la respuesta no sea: porque
me gusta, porque quiero, ni muchos menos;
porque sí. Solamente responden de esa manera aquellos que ocultan su mediocridad
bajo un manto de arrogancia. En segunda instancia, porque si algo en verdad
nos es importante; sucede como cuando conocemos a esa persona que nos roba el
corazón, quisiéramos saberlo todo acerca de ella. La tercera razón, es afín a
una necesidad inherente al ser humano y que ha dado lugar al surgimiento de la
filosofía: “conocer el propósito de la existencia”, para lo cual es menester
investigar acerca de nuestro origen. En el caso del hip hop; en tanto que
cultura, conocer las raíces ancestrales de sus diferentes expresiones artísticas
e instruirse según los saberes propios a las mismas; y como aspecto social; aprender
acerca de los sucesos históricos que dieron lugar a su nacimiento, motivaron su
desarrollo y han posibilitado su continuidad en el tiempo.
Así es que en favor de los
argumentos; de nuestra cultura y más en favor nuestro como personas y como
miembros de un movimiento deslumbrante y latente; vamos a escudriñar hasta
saber los porqués del hip hop.
¡No te quedes con la duda!
Lee,
investiga, pregunta; no desistas antes de haber encontrado las respuestas; sustenta
siempre tus acciones con buenos argumentos y, ante todo; que no
te suceda como lo plantea Robert Kiyosaki en uno de sus famosos libros:
“No
aprendemos la historia, memorizamos fechas y lugares; pero no aprendemos la
lección”.